jueves, 9 de enero de 2014

ADOBE HIJO, ADOBE

Cuando era pequeño mi padre me solía contar una historia sobre un padre y un hijo. La historia en cuestión es la siguiente:

Hace bastantes años, un joven abandonó su pueblo para estudiar en la capital. Tras varios años de estudio, éste volvió al pueblo a casa de sus padres. El joven presumía de todos sus nuevos conocimientos: Filosofía, matemáticas, historia, etc. Sin embargo, a pesar de sus conocimientos el joven resultó fascinado al ver un horno en el interior de la casa de sus padres. Por ello se dirigió a su padre y le preguntó: "Padre, veo que después de irme fuera usted ha puesto un horno dentro de la casa, pero... ¿Cómo es posible? ¿Cómo ha conseguido meter el horno a través de la puerta si éste es más grande que ella?". El padre, sorprendido por la pregunta, agarró al hijo por el hombro y le dijo asintiendo suavemente con la cabeza: "Adobe hijo, adobe".

Bueno, lo que quería decir el padre con su respuesta es que el horno lógicamente no se había metido por la puerta, si no que se construyó dentro, en este caso con ladrillos de adobe, que para quien no lo sepa es una mezcla de barro con paja. 
Ladrillos de adobe que dan para paja.
La gracia de la historia radica en que "adobe" en algunos de los lugares más perdidos y profundos de la meseta castellana viene, o venía, significando: tonto, bobo, mendrugo, corto de miras y otros sinónimos que no destacan por atribuir una gran inteligencia. Sí, el padre le contesta llamándole bobo ¿No es gracioso? Bueno, a mi al principio no me hacía gracia, pero cuando oyes la historia unas cuantas veces... Ya, ahora que lo pienso, puede que más que una historia se tratará de un mal chiste, en fin, no importa, a mi me gusta.

Por suerte o por desgracia, la burbuja del ladrillo de adobe explotó, o no, no lo sé, tan si quiera creó que existiera tal burbuja en el caso del adobe. El caso es que la historia ya no tiene sentido en la época que vivimos, por lo que he decidido que algún día les contaré a mis hijos algo similar pero cambiando el diálogo final:

"- Papá, papá, pero... ¿Cómo has transfromado ese fichero a PDF?
-Adobe hijo, Adobe."


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