miércoles, 19 de marzo de 2014

ALGUNAS PROFESIONES DEL FUTURO




EL AHORA ES EL FUTURO. Bueno, no el futuro de ahora, pero sí el futuro de algún tiempo pasado. ¿No lo has entendido? Yo tampoco. Lo que si que debes entender es que enseguida llegará un futuro acechando con nuevos cambios, y más en estos tiempos trepidantes donde todo queda obsoleto en apenas un par de meses.

 “¡Es aterrador! ¡Qué futuro incierto nos espera! ¿Qué va a ser de mí en el futuro?”

Tranquilo pequeño Timmy, como dijo Charles Robert Darwin: Renovar o morir. Así que cámbiate el nombre, pega el estirón de una puta vez y saca ventaja a tu generación anticipándote en la preparación de una de las profesiones del futuro que te proponemos:

Una profesión en auge en estos días es la de desarrollador: desarrollador de videojuegos, desarrollador de aplicaciones móviles, etc. Siguiendo esta línea se puede preveer que una de las profesiones del futuro será la de desarrollador de tetas. Los pechos, al igual que el oro, son un valor refugio, no pierden su precio y calculamos que se revalorizarán un 13% de aquí a 20 años. Así que si quieres triunfar en el futuro más vale que empieces a hincharte a bollos y a manteca de cerdo para desarrollar tus propias tetas.

Según informes audiovisuales rescatados de los años 80, una profesión para sobrevivir en el futuro es la de ser Mad Max. Lo malo es que sólo Mel Gibson puede ser Mad Max, así que si eres Mel Gibson entonces estupendo, si no tendrás que elegir otro camino. Oye, que casi mejor, que así no tienes que lidiar con Tina Turner, que en persona debe ser muy pesada.

Los blogueros, youtubers, bloggers en general, puede que no tengan un gran éxito en la actualidad, pero esto se debe a que no tienen los medios necesarios. La tecnología del futuro traerá de la mano la profesión de  bloguero y youtuber holográfico. Cosecha éxito y dinero haciendo que la gente te vea exponiendo tus estúpidas ideas mientras escupen y tiran cacahuetes a tu holograma.  
"Baila petirrojo, baila", Obi-Wan Kenobi.
 Falsificador de pinturas rupestres. En el año 2021 el imperio austro-australiano saqueará las cuevas más antiguas e importantes, lo que hará que el arte rupestre se convierta en uno de los más valorados en el mercado negro. No pierdas la oportunidad de estafar a algún traficante de serotocaina (la droga del futuro), así que róbale las pinturas del colegio a tu hijo y empieza a dibujar mamuts en las paredes de tu casa. 

Gamma-tester. Evidentemente lo de Beta-tester se quedará obsoleto y habrá que seguir con el alfabeto. Lógico ¿no?

El 20 de enero de 2008 se estrenó la serie Breaking Bad sobre un señor llamado Walter White que decide vender metanfetamina azul para pagar un tratamiento contra el cáncer. Hasta ahí todo normal, pero ¿Quién iba a pensar que el culto a esa serie se transformaría en una auténtica religión en el año 2018? Ahora que tú lo sabes deberías empezar a estudiar cada capítulo para dedicarte a ser Evangelizador de la Iglesia de Walter White. Básicamente será como ser un cura católico, pero llevando un buzo amarillo y fabricando droga debajo de la Iglesia. Si decides dedicarte a este oficio deberás tener cuidado con el principal enemigo de los vendedores de meta azul: los narcos de serotocaina rosa.
 
Encargado de mantenimiento de “Memory Call”. Encárgate de arreglar y reparar las  máquinas que servirán para implantar recuerdos a las personas del futuro. Todo el mundo querrá su recuerdo implantado, lo que hará de éste un trabajo sin desempleo y, además, si pilláis esta referencia a la película Desafío Total os regalaremos un caramelo de limón.
 
Éstas son sólo unas muestras de las profesiones que triunfarán en el futuro ¿Cómo sabemos que esas son las profesiones que van a triunfar en el futuro? Pues yo que sé, echadle un poco de imaginación ¿no? No sé, lo mismo lo sabemos porque hemos viajado en el tiempo cambiando el reloj de Windows, o somos seres provenientes de otra dimensión desde el planeta Alfacentauris Gliese 581g, o quién sabe, lo mismo sólo hemos incluido este párrafo para enlazar viejas entradas del blog… En fin, que la meta azul os acompañe hermanos.

martes, 11 de marzo de 2014

CUAL GOTAS DE AGUA (Sale Ashton Kutcher).

En nuestra última publicación hablábamos del salchichón ibérico. Del porqué de su existencia si no recibe más que el desprecio del resto de embutidos, incluso el del salami, que tiene ese rollito romántico del proletariado.

Bien, andábamos todavía con el regustillo del salchichón en la boca cuando nos topamos con la foto de estos dos mellizos.

















¡¡JOOOOOODER, QUÉ PUTADA!!
Para los incrédulos que ya están diciendo –eso es coña ñiñiñiñi– adjuntamos otras reliquias del álbum familiar.













Una vez constatada la veracidad del asunto, el tema da para reflexionar. Qué ha podido hacer este desgraciado en toda su vida para destacar sobre su hermano. Aunque fuera un mísero segundo. Y los niveles de cinismo que habrán alcanzado padres, tíos, y sobre todo abuelas, para decir que ambos son igual de guapos o que están tan orgullosos del uno como del otro.
Al pobre feo de los Kutcher sólo ha podido salvarle tener una tranca como el cuello de un cantaor, y seguro que ni con esas.

En solidaridad con el muchacho, y por lo que a nosotros respecta, pueden seguir construyéndose chiringuitos a pie de playa, que cuando quiere, la naturaleza también es muy hija de puta.

martes, 4 de marzo de 2014

SALCHICHÓN IBÉRICO


Salchichón, el sugus de limón porcino, el bombón con naranja del surtido ibérico, el chóped con aceitunas de los embutidos (ya, ya sé que el chóped con aceitunas es también un embutido, pero tampoco hay que ser tan tiquismiquis). ¿Qué clase de invento es el salchichón? ¿Acaso a alguien le gusta el salchichón? Para contestar a esta pregunta he realizado un exhaustivo trabajo de investigación interrogando a tres personas sobre este tema. Las tres personas me han contestado que a ellos sí les gusta el salchichón, pero ¿qué mierda de estadística se hace con sólo tres personas? En conclusión, por lo que a mi respecta a nadie le gusta el salchichón (si acaso a tres personas aisladas, aisladas porque las he encerrado en mi sótano ya que no soporto que las guste el salchichón).
El caso es que, aún no gustando a nadie, existe un tipo de salchichón con el título de “ibérico”. Obviando el porqué se denomina “ibérico” a un embutido (razas de cerdo, regiones, llevo dos días sin dar de comer a la gente del sótano, etc.), hay que reconocer que “ibérico” es sinónimo de calidad, de sabor ¡de excelencia! (y de tirarse el rollo en nochebuena presumiendo de la paletilla ibérica que te han dado en la cesta de navidad*). Entonces ¿Por qué un embutido como el salchichón, que no le gusta a nadie, lleva el adjetivo ibérico? ¿Qué clase de contradicción es esa? 

 *Al final te enteras que no era ibérica, que jefes más roñosos.
Sal chichón, sal.

Bueno, la cuestión es que si el salchichón ha conseguido entrar en la liga de las estrellas de los embutidos a pesar de que nadie le quiere ¿Cuántos salchichones humanos habrá en la vida real en otra clase de denominaciones? No sé, seguramente el mundo entero esté plagado de salchichones ibéricos: ese grupo de música que no vale nada pero que no hace más que sonar en la radio, aquel actor que sobreactuaba pero no dejaba de hacer películas, tu amigo que a pesar de no acabar la secundaria se ligaba a todas las chicas, Emmanuel Amunike, etc.  Quién sabe, quizá usted está descubriendo mientras lee esto que es un salchichón ibérico de tomo y lomo, bueno, sólo de tomo que el lomo ibérico sí que está bueno.
Salchichón, el oxímoron de la naturaleza, el embutido más sobrevalorado y… vaya por Dios, acaba de quedar un hueco libre en mi sótano, así que dígame ¿a usted le gusta el salchichón?