miércoles, 23 de octubre de 2013

LA UNIVERSIDAD DE LA CALLE

"¡LA EDUCACIÓN ES LO PRIMERO!", ha gritado mi vecino cuando le he dado en los morros con la puerta del ascensor. Esto me ha hecho pensar que quizás él tenga razón, además de la cara hinchada por el golpe, así que he decidido volver a estudiar.
Me he dirigido a la universidad más cercana a matricularme, pero me han puesto excusas como que si el curso académico ya ha empezado, que si las actas están cerradas, que si tengo que pagar cuatro mil euros, que si su novia estaba embarazada y le podía dar unas moneditas, etc. ¿Sabíais que 3 de cada 4 personas que intentan matricularse en la universidad son atendidas por personal cuyas novias están embarazadas? MALDITA BUROCRACIA. Tras observar mi fracasado intento, un joven que se encontraba en la puerta se ha acercado a mí.

- Pst.- Me dice el chaval.
- ¿Peseta? No tengo, mis últimas monedas se las he dado al de secretaria, que su novia está embarazada.- Sí, al final le he dado propina y todo.
- No, digo pssst, para que te acerques.
- Ya me parecía a mi raro, porque estamos con el euro ¿sabes?
- ¡Te quieres callar! He visto que no puedes matricularte en la Universidad Pública, pero si quieres yo puedo conseguir que entres a estudiar en una universidad mejor y más barata: la Universidad de la Calle.
- Soy todo oídos.
- Sí que tienes las orejas más grandes de lo normal, pero eso no viene a cuento. Mira, lo único que tienes que hacer es llevar este paquete a esta dirección, y allí ya te asignan profesor.
- ¿Y que hay en la caja?
- Pues... los papeles de la matrícula y esas cosas, ya sabes, burocracia.

- MALDITA BUROCRACIA.

Tras ir al cajero con el joven, muy amable por acompañarme, le he pagado los 400 € que me ha pedido de matrícula. La verdad es que era un chaval muy majo, y se ve que le va bien el negocio porque llevaba un montón de cadenas y pulseras de oro ¡con lo caro que está el oro! Además me ha dejado pagarle el resto de la matrícula entregándole mi reloj.


La imagen no corresponde con la Universidad de la Calle, lo que nos lleva a la primera lección de la Universidad de la Calle: el orden de los factores sí que altera el producto.



 El camino hacia la dirección que me ha dado el chaval se me ha pasado rápido mientras pensaba en cual sería lo primero que aprendería, algebra, mecánica de fluidos, o cocina vanguardista. Que sorpresa la mía cuando llegue allí y ví que estaba equivocado, porque por lo visto iba a empezar con el laboratorio de química.

- ¿Quién eres tú?- Me dice el que supongo que será mi profesor de química.
- El nuevo alumno.
- ¿Pero de qué cojones hablas?
- Sí hombre, un chico con una lágrima tatuada en el ojo me ha matriculado, aquí traigo los papeles.
- A ver, déjame ver. Ahhhh, sí sí sí. Tu déjame a mi el paquete con los papeles que ya te los gestiono.
- ¿Y cuando empezamos las clases de química? Voy a empezar cogiendo estos matraces...
- ¡Estate quieto! A ver... ¿Tú sabes que pasa si mezclas un ácido con una base?
- No.
- Notable, porque en esta asignatura valoramos sobre todo la sinceridad.
- Joder, soy un máquina.
- ¡Te quieres callar!  
- ...
- Perdona, la emoción de ver prosperar a los alumnos. Lo único que también soy tu profesor de física, y para aprobar tienes que hacer un trabajo práctico.
- Suena muy bien.
- Sí. Verás, con esta máquina de movimiento rectilíneo acelerado tienes que calcular el rozamiento de dos cuerpos problema. Los dos cuerpos problema son los dos hombres de esta foto.
- ¿Eso no es una pistola? 
- Mira que te suspendo.

Me he marchado del laboratorio con la sensación de que ahora con los planes de Bolonia todo es mucho más fácil. ¿Qué hora es? No lo sé, le he dado mi reloj al chico joven, pero me imagino que es hora de tomar un café. Como no he encontrado la cafetería para echar un mus con los compis, me he comido unos torreznos en el bar más cercano. Que sorpresa, los tipos de la foto que me ha dado el profe de física están sentados en frente. Es fácil reconocer a un señor con la cara cortada y a otro con una serpiente tatuada en el cuello. En fin, tendré que ponerme a medir, así que saco la maquina de movimiento rectilíneo, arrojo un proyectil a cada uno de los cuerpos problema, y mido el tiempo en el que tardan en decir "AGHHH". 7 segundos, y si la fuerza era la masa por la aceleración entonces la velocidad de... MIERDA, no me acuerdo, a ver si repaso ese tema luego en casa.
Oigo sirenas, será el recreo, vaya, ahora que estaba midiendo los cuerpos problema con mi cinta métrica. Pues no, resulta que es la policía, hay que ver la de docentes que tiene esta universidad eh. Se ve que la clase de ahora es de educación física porque me sueltan una hostia que me caigo al suelo. Suspendido, a ver qué tal se me da en septiembre. La policía me saca del bar, y yo lo agradezco, porque no tenía dinero para pagar los torreznos por culpa de la novia embarazada del de secretaría.

A estos ni un día les he visto en clase. No sé cómo se habrán licenciado.
La policía me ha llevado directamente a un juzgado, desde luego que en esta universidad no reparan en gastos. Para mi que ya he amortizado el reloj.

- Se le acusa de matar a dos hombres.- Me dice el señor juez.
- Pero yo sólo estaba haciendo el trabajo práctico de física de la universidad midiendo el rozamiento.
- Por favor, deje de repetir eso.
- Pero...
- ¡Te quieres callar!  
- ¿Pero que os pasa a todos conmigo?
- Lo siento, es que estoy harto de oírte hablar de la máquina de movimiento rectilíneo. A ver ¿Cómo se declara el culpable?
- Será "¿Cómo se declara el acusado?" ¿no?
- Cierto, usted perdone ¿Cómo se declara el acusado?- Yo creo que aquí ya tengo medio aprobado.
- Culpable.- Digo pensando que tal vez también me van a aprobar derecho por ser sincero.
- ¡A la cárcel!- Vaya, parece que he suspendido.

Para sorpresa mía mis estudios en la Universidad de la Calle han continuado en la cárcel. Allí he aprendido medicina a base de curarme las heridas que me realizaban otros presos; contabilidad utilizando una tiza para escribir y contar los días que he estado encerrado; termodinámica gracias a haber estado estudiando un libro de termodinámica que saque de la biblioteca de la cárcel; y teoría de la reproducción humana, aunque mis profesores de esa asignatura deben ser de una nueva corriente más vanguardista, porque en vez de explicar el método tradicional lo que hacen es intentar demostrar si el hombre se puede quedar embarazado por el culo. O eso, o que a lo mejor es que tampoco son muy listos esos profesores.
Ya han pasado 7 años, que es el tiempo medio en que se tarda en sacar una carrera, y por fin me han puesto en libertad. Me he marchado a casa a descansar un rato y de paso a reflexionar sobre lo aprendido. La Universidad de la Calle está bien y es muy completa, pero es agotadora, así que al año que viene mejor me matriculo en la Universidad de la Calle a Distancia.

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